Enigma Internauta | Capítulo 5: Bucles, refuerzos y ciclos en los hábitos de internet

Enlace al capítulo cuatro

Feedback Loop: el eco de un clic en el universo

Feedback loop es un concepto que se traduce al castellano como bucle o ciclo de retroalimentación.

Antes de continuar voy a intentar explicar brevemente en qué consiste esta idea, porque luego va a servirnos para identificar algo que considero un problema. Es solamente una breve introducción antes de seguir adelante. Se trata de un asunto que, cuándo lo aplicamos a la navegación en internet, tiene la capacidad de empeorar nuestro uso compulsivo de la red.

Imaginemos primero que tenemos un parlante, por ejemplo un simple amplificador de guitarra. No tiene nada conectado ahora. Y este parlante genera un ruido cuando esta encendido. Se trata de un ruido similar a un chirrido agudo, que el mismo aparato emite mientras se encuentra funcionando. Y para terminar de pintar la escena, el parlante se encuentra dentro de una pequeña habitación cerrada sin ventanas.

Ahora por medio de un adaptador conectamos un micrófono a ese mismo parlante. ¿Qué es lo que ocurre? El parlante produce un chirrido por su mismo funcionamiento. El micrófono captura el sonido que sale del parlante, y lo pasa de vuelta por el amplificador.

Esto crea entonces un sistema cerrado que se alimenta a si mismo, una forma de bucle. El chirrido agudo que sale del parlante es captado por el micrófono, y este lo envía de vuelta al parlante que se encarga de amplificarlo.

Una y otra vez, los datos salen del parlante y vuelven a entrar por el micrófono. En cada vuelta la entrada y salida de datos se modifica.

Existen varios tipos de ciclos de retroalimentación. Por supuesto que el concepto es lo bastante extenso como para involucrar áreas del conocimiento que van desde la biología hasta las ciencias sociales. Esto del parlante es solamente un ejemplo ilustrativo. Y no está por demás agregar que todo el asunto es complicado, los detalles me resultan bastante difíciles de comprender. Estoy intentando explicarlo según lo entiendo, de manera simplificada.

Pero volviendo al tema, nos alcanza ahora con saber que en nuestro caso el sistema compuesto por el parlante y el micrófono forma lo que se conoce por un bucle positivo. También existen ciclos negativos. No se los conoce como positivos o negativos por ser buenos o malos, sino por la forma en que el sistema es influenciado y el resultado que se desarrolla.

Entonces estamos tratando de describir un ciclo de retroalimentación positivo, que también se conoce como re-generativo o de refuerzo. Cada vez que el micrófono capta el sonido y lo pasa de vuelta por el parlante, lo amplifica un poco más. Se trata de algo así como una acumulación del ruido original, y cada vez que el chirrido sale del parlante lo hace con más volumen que la vez anterior.

En consecuencia esta acumulación puede llevar a que el sistema colapse, porque no hay nada que interrumpa el ciclo o lo lleve a un equilibrio. En algún punto las membranas del micrófono o del parlante van a terminar por romperse.

Básicamente un ciclo de retroalimentación positivo modifica la salida en base a lo que entra. Puede tratarse de bucles que incrementan la respuesta en cada ciclo, como en el caso que discutimos antes. O también puede ocurrir lo contrario, la respuesta puede decrecer en cada caso hasta apagarse.

La filosofía parece tratar con muchas situaciones en las cuales la energía decrece en cada bucle que ocurre. Supongo que el ejemplo más básico es el del deseo. Si queremos mucho algo que no tenemos, lo queremos cada vez más. Pero en cuanto lo obtenemos, ese algo empieza a aburrirnos. Y cuanto más nos llega de ese de ese antiguo deseo, más nos aburrimos. El ciclo continua hasta que el deseo llega a cero. Podemos intuir que la primera barra de chocolate tiene mejor sabor que la barra número diez, si es que las comemos una detrás de la otra.

Por supuesto lo anterior es una gran simplificación. Ocurre sin dudas que estamos en ese caso extendiendo demasiado la idea de ciclos de refuerzo. Esto porque existen muchos factores en juego en algo cómo lo que las personas desean, no se trata de un ciclo cerrado. Pero extender la idea de bucles puede ayudarnos a comprender de otra forma el uso que hacemos de la red.

En especial me gusta que el bucle de retroalimentación funciona bien como una metáfora para describir la acumulación de sentimientos que utilizar la red puede generar. Supongo que en general la idea puede ser utilizada como una buena metáfora en general, aunque tal vez a mi no se me ocurran los mejores uso para esa metáfora.

Creo que en internet nos encontramos con muchos ejemplos que ilustran estos ciclos de retroalimentación positiva. Son situaciones que al menos se acercan lo bastante al concepto de un uso poco favorable de la red como para empezar a tenerlo en cuenta. Voy a revisar esos ejemplos con más profundidad luego. Pero primero me gustaría mencionar brevemente un ejemplo de ciclo de retroalimentación negativo. Los mismos se llaman de este modo porque intentan regular al sistema hacia un valor de estabilidad.

Para seguir utilizando nuestro ejemplo original, recordemos nuestra combinación de parlante y micrófono. En cada vuelta que da, el sonido original se amplifica un poco más. Pero digamos que ahora agregamos un sensor dedicado a revisar cada paso del resultado. En el momento que el sensor percibe que el sonido supera un cierta magnitud, puede cortar el micrófono para que el ciclo no siga escalando.

Gracias a ese sensor el sistema compara la entrada y la salida, puede regular lo que ocurre. La entrada puede retornar a su nivel inicial y en consecuencia se impide que el equipo se destruya. Este es un ejemplo de bucle de retroalimentación negativo.

Con esto sacamos de lado la primera explicación del tema. Ya podemos intentar aplicar el concepto al uso que hacemos de la red.

Ciclos de retroalimentación en internet

Lo primero que quiero decir en este apartado es que la idea de aplicar el concepto de ciclos de bucles de retroalimentación al uso de internet no es nueva. De hecho siento que encontré el asunto en tantas discusiones informales que ya no puedo recordar dónde fue que lo pude leer por primera vez.

Sin embargo tengo la siguiente impresión. El concepto puede aparecer asociado al uso compulsivo de la red. Pero muchas veces la idea se utiliza más pensando en biología y en la forma en que funciona nuestro cerebro. Voy a tratar de dar un ejemplo de lo anterior, aunque por esta vez no vaya a seguir este camino más adelante.

Intentemos traer la biología al asunto. Se puede pensar si acaso se forma un bucle entre el uso que damos de internet y la respuesta química de nuestro cerebro. Siendo que la adicción suele implicar una cierta resistencia a la situación que nos atrae, cada vez necesitaríamos más internet para obtener resultados menores de los esperados. Esto viene a formar un tipo de ciclo negativo.

En este ciclo visitamos una página, y nuestro cerebro nos recompensa con cierta cantidad de químicos o respuestas placenteras. Si visitamos la página una segunda vez, ahora recibimos menor cantidad de premio. Luego en cada visita sucesiva la recompensa empieza a agotarse, hasta que el sistema colapsa y la recompensa es cercana a cero. Siguiendo esa lógica necesito cada vez más internet para obtener algo similar al premio original. Y no hay nada equilibrando al sistema.

Por supuesto lo anterior es una especulación. Desde mi parte no tengo intenciones de utilizar la idea aplicada de esta forma. Aunque si es cierto que encuentro toda la explicación biológica interesante, no tengo intención de explorarla porque intento mantenerme dentro del ámbito de una descripción filosófica. Pero este tipo explicaciones traen todo otro nivel de profundidad a la forma en que algunos pensamientos terminan por encerrarnos.

Buscando algunos primeros ejemplos de bucle en la red

Antes de continuar con el asunto, voy a empezar a describir algunas de las formas en que nos encontramos con distintos tipos de bucles de retroalimentación en internet.

Por ejemplo, supongamos que compramos una remera de un club de futbol en la red. Podemos suponer que el sistema de recomendaciones de esa aplicación de ventas va a empezar a recomendarnos nuevos modelos de remeras. Si aceptamos y compramos varias remeras, el sitio va a tomar esa información y nos va a ofrecer distintos accesorios deportivos como zapatillas.

Y si agregamos también las zapatillas al carrito, el bucle va a volver a recoger esos datos para recomendarnos promociones de pelotas, mancuernas, suplementos y productos similares. El primer dato ingresado al sistema, la compra de una única remera de un club de futbol, se expandió en un bucle hasta acumular todo el conjunto del mundo de artículos deportivos.

Necesitamos tener en cuenta que no siempre la existencia de estos ciclos nos perjudican, y que en muchas ocasiones mejoran la experiencia que tenemos al navegar.

Pero en el caso anterior el bucle no colapsa, porque podemos suponer que la página tiene un propio mecanismo de control integrado. Algunos bucles son negativos, ciclos de retroalimentación que consiguen estabilizar su funcionamiento. Se los conoce también como ciclos compensatorios y ya los discutimos antes.

De esta forma el sitio de ventas va a empezar a recomendarnos otras opciones de compra, aunque solo se trate de sugerencias al azar para intentar abrir el círculo para refrescar la entrada de datos una vez más. O el sistema va a comprender que empezamos a rechazar sus recomendaciones antiguas, y va a dejar de recomendarnos ropa deportiva. El bucle va a tratar de corregirse para no estancar las opciones que nos ofrece.

Lo mismo ocurre con muchos otros espacios de la red. Si nos ajustamos a esta forma de interpretar las cosas, vamos a poder describir bucles en ejemplos que van desde sitios de entretenimiento hasta portales de noticias. En casa caso podemos amoldar esta descripción de bucle a la respuesta que el sitio da a nuestras acciones.

Por ejemplo un juego en linea no puede volverse demasiado difícil o va a terminar por frustrarnos. Pero tampoco puede volverse demasiado fácil, o va a terminar por aburrirnos. El bucle negativo puede ser lo suficientemente sensible para corregirse frente a estos umbrales, según ganemos o perdamos. Y una noticia no puede volverse repetitiva, tiene que aumentar su factor de escándalo antes de colapsar en el olvido.

Vale mencionar que todo esto es solamente una suposición. No siempre podemos saber exactamente cómo funciona una página por detrás.

Si un juego se pone fácil puede ser que el bucle este intentando auto corregirse, o puede ser que el juego se vuelva fácil porque aprendimos las reglas y mejoramos nuestras chances de éxito.

Pero es divertido teorizar si existe algún tipo de ciclo de retroalimentación operando en la forma que usamos la red. En este caso estamos buscando solamente un modelo que pueda describir cómo estos sistemas pueden funcionar. No estoy revisando el funcionamiento de ninguna página en particular, es solamente una idea de trabajo. Después de todo si intuimos que el ciclo existe, fuera o dentro de nosotros, podemos hacer algo para modificar su funcionamiento.

Y ahora si, habiendo establecido un poco los conceptos, sigamos con la parte más importante. Voy a intentar aplicar la idea de los bucles de retroalimentación al uso que hacemos de internet, encontrando casos en los cuales el ciclo nos perjudica.

Un bucle que nos encierra

Entiendo que el verdadero problema llega en los momento dónde estamos frente a ciclos de retroalimentación positivos. Y esto es porque en esas ocasiones el límite para terminar el ciclo parece depender completamente de nuestra intervención.

Recordemos que el bucle positivo es un tipo de bucle que se refuerza o decrece en cada entrada/salida. Y eso en teoría puede terminar por destruir al sistema.

Siendo que el sensor para revisar la entrada y salida de datos aparenta descansar solamente en nuestra habilidad para entender la experiencia, es fácil empezar a descubrir en qué lugar se encuentra el problema.

Si estoy en la red y evaluar la navegación del día depende solamente de mi propia decisión, soy yo quien esta obrando de sensor para calibrar la experiencia. Si el ciclo nos captura es posible que no tengamos la distancia suficiente con el sistema como para poder interpretar y regular lo que nos ocurra de manera efectiva. Después de todo antes conseguía olvidarme de mis problemas utilizando solamente una hora de internet. Luego necesito ingresarle al sistema cuatro horas para obtener el mismo resultado que antes obtenía en una. Y después más y más horas, si nuestra primera aplicación de la idea de bucle es valida.

Una vez que el ciclo se desata es muy difícil llevarlo a un equilibrio. Y si recordamos los anteriores ejemplos, este tipo de ciclo aumenta o decrece la potencia de aquello que recibe.

Cuándo se trata del uso compulsivo de la red, quedar girando en uno de estos bucles de refuerzo es muy sencillo. Eso me interesa argumentar ahora. En la mayoría de los casos este ida y vuelta del ciclo continua hasta quebrarnos, a menos que podamos adaptarnos.

Vamos a revisar lo anterior con algunas situaciones ilustrativas.

Pensemos en una persona sumergida en una gran sensación de soledad o tristeza. En respuesta a su problema la red le ofrece una infinidad de contactos a los que seguir. Por un simple juego de números, entre todos esos contactos puede surgir una amistad o relación a largo plazo. A mayor cantidad de perfiles agregados, mayor cantidad de posibilidades para dejar atrás la sensación de soledad. O eso piensa la persona en un primer momento.

Digamos entonces que la persona de nuestro ejemplo pasa de tener cero a cien contactos en una red determinada. Pero ninguna de esas nuevas amistades le resulta más que en un intercambio superficial de información. Nadie le conoce realmente, solo conocen lo que comparte por ese medio. Y si oculta la notificación que informa de su cumpleaños, nadie le saluda.

Ahora es donde podemos emplazar la idea de ciclo de retroalimentación en el problema. Cuantos más contactos agrega a su red, más se acrecienta la soledad de esta persona.

Primero diez, luego cien, después mil contactos. Pero pocos o ninguno que le pregunte cómo se siente o que le escriba de tanto en tanto. La persona parece rodeada por millones de humanos para conectar y sin nadie que le acompañe o se interese en su vida real. A mayor cantidad de contactos, mayor resulta su sensación de soledad. La sensación crece hasta volverse la pesadilla de una promesa de amistad nunca cumplida y eternamente renovada.

En algún punto el ciclo llega al punto de quiebre y la persona pierde la voluntad para seguir buscando comunicarse. En el mejor de los casos solamente va a dejar de buscar compañía dentro de esa red. En el peor de los casos la voluntad por seguir buscando amistades en cualquier espacio va a verse severamente dañada.

Antes la persona podía culpar a problemas externos para su desolación, pero ahora empieza a pensar que el problema es suyo. Después de todo con cuantas más personas se conecta, mayor desolación siente.

En ese caso anterior, la persona deja de iniciar conversaciones en linea o abandona el esfuerzo de intentar agregar nuevos contactos una vez llegado el punto de quiebre. Pero el problema no estaba completamente en la misma persona. Puede ser simplemente que todavía no encontró el espacio adecuado para buscar amistades. O que ese espacio determinado de la red era una mala opción para encontrar lo que buscaba.

Con todo nada oculta el sentimiento de soledad de la persona, que es lo bastante real para lastimar su autoestima. Ocurre que al verse en un encierro causado por el ciclo, llega a concluir que el mismo resultado de no encontrar a nadie que le entienda va a darse en todas partes.

Por supuesto todo lo anterior es una suposición. Pero trabajemos la idea revisando un ejemplo diferente. Y para ahorrar costos, sigamos pensando en la misma persona dentro de nuestra imaginación.

El bucle intensifica su velocidad. La red le permite a esta persona expresar sus opiniones sobre cualquier tema, desde cine y música hasta la actualidad política del mundo. Nadie nunca le pidió con tantas ganas conocer lo que piensa. La promesa es que sus opiniones van a ser escuchadas y tenidas en cuenta por multitudes. O al menos otra vez por una simple cuestión de números, a mayor cantidad de opiniones mayor cantidad de oportunidades para encontrar alguien que le escuche.

Otra vez el resultado no es el esperado. Eso porque cuantas más opiniones emite, más siente que nadie le toma en serio. Luego de decenas de miles de comentarios, se encuentra con tan poco poder para hacerse escuchar como tenía principio. ¿Por qué es que sucede esto? ¿La nueva traición de una promesa?

Lo que ocurre es que la mayoría de las veces las opiniones van a parar a las secciones de comentarios de distintos sitios, donde otras miles de personas también escriben diatribas que casi nadie va a leer. Por supuesto esto es parte del entretenimiento que ofrece cada aplicación, hasta donde al sitio le concierne todo lo que genere interacción es valido. Expresar una opinión no quiere decir que la opinión va a ser tenida en cuenta. Millones de personas escribiendo lo que sienten, pero casi ninguna interesada en leer lo que piensan las demás.

Es similar a escribir en un buzón de sugerencia abierto directamente a un pozo sin fondo.

En algún punto el anterior bucle se satura de tal forma que finalmente la persona siente que no tiene sentido seguir opinando. La falta de interacción con sus propios comentarios le da a entender que sus ideas no valen nada o que no son tenidas en cuenta.

Pero en realidad otra vez no es un problema directo de la persona, es que simplemente estaba tratando de expresarse en el lugar equivocado. Bueno, también hay chances de que sus comentarios no fueran los mejores, o que no fueran expresados de la mejor forma para conseguir reacción. Por eso podemos suponer que a veces internet parece premiar más a los comentarios agresivos antes que a los moderados, ya que estos primeros al menos parecen atraer algo de atención.

Pero otra vez es un juego de números, y si muchos comentarios generan poca interacción el asunto termina por volverse pesado en el sentimiento. Esto se extiende más si lo que mostraba la persona eran fragmentos de su vida privada antes que simples opiniones. Para conseguir más vistas, más exponemos de nuestra vida interior. Y más duele el golpe de la indiferencia.

Tal vez la persona del ejemplo hubiera encontrado más éxito de haber utilizado otra forma de comunicación. Pero una vez más el bucle que intento describir termina con un quiebre, y la persona gana la sensación de indiferencia respecto de lo que pasa a su alrededor. Si sus opiniones no importan en la red, pero tampoco importan en el mundo real, parece no encontrar forma de regular el bucle antes de que colapse.

Esos dos son solamente unos ejemplos rápidos de ciclo de retroalimentación aplicados a casos de utilización compulsiva de la red.

Tengo que recordar que estoy ajustando el uso de estos ciclos para reforzar una idea, pero creo que sirven para exponer la situación. No se trata de bucles cerrados, hay muchas cosas que alteran los datos de entrada y salida. Pero reflejan un poco la sensación de “pesadez” que intento describir, por eso lo utilizo.

La acumulación del tiempo en linea parece ir pesando contra los mejores intentos de aliviar o salir de la costumbre de utilizar la red, y la acumulación se muestra como un ciclo.

Algunos detalles más sobre la idea

El verdadero problema creo yo es que, una vez que estos bucles se activan, por lo general son muy difíciles de detener. Y requieren un verdadero esfuerzo para ser contrarrestados. Lamentablemente ese momento de auto regulación no llega hasta que la persona colapsa, o hasta que alguna especie de flash de lucidez consigue movernos fuera del bucle.

Se puede pensar que estoy hablando de algo similar a un pensamiento recurrente, pero no es exactamente eso.

Describamos solo para estas páginas a un pensamiento recurrente cómo una idea girando dentro de nuestra cabeza. Se trata de un idea que se mueve por su propia energía, sin prestar atención a la realidad del entorno. La idea puede ser difícil de esquivar, pero digamos que esta motivada y reforzada directamente desde nuestro interior.

Por caso contrario describamos ahora el caso dónde una idea es alimentada por un ciclo de retroalimentación. En este caso el ambiente parece reforzar la idea original. En el bucle la idea consigue envolvernos cada vez más rápido en apariencia sin ningún tipo de ayuda de nuestra parte. La realidad del contexto en este caso se nos muestra íntimamente relacionada con la forma en que el pensamiento se transforma en nuestro interior.

Por ejemplo de pensamiento recurrente, puede darse un caso donde una persona sea escuchada y valorada en lo cotidiano por su entorno. Pero esa misma persona considera en su fuero interno que no es apreciada, y no existe demostración externa que pueda convencerla de lo contrario. Esa persona va a sentir soledad incluso cuando consiga que todo su ambiente le prometa amistad eterna. Su ansiedad parece abstracta de algún modo, no puede evitar la idea recurrente a pesar de que todo parece favorecer lo contrario.

En ese caso el sentimiento de soledad se acrecienta desde dentro de la persona, pero no coincide con su entorno. Lo cotidiano de la persona es distinto de la imagen creada por su propia percepción del caso.

Si lo ilustramos puede comprenderse de esta manera:

1- Dato de salida: Me siento triste.

2- Dato de entrada: podría cambiarme para ir a la fiesta de mi amigo, pero no voy a salir porque estoy triste.

3- Dato de salida: Todo el mundo se divierte sin mi, la persona se siente todavía más triste.

4- Dato de entrada: Estoy tan triste que no tiene sentido ir a la reunión de mañana.

5- Dato de salida: Ahora el sentimiento de tristeza es mucho más grande, antes era más feliz.

Se entiende que en ese caso en particular busco describir una ocasión donde todo el sentimiento de tristeza ocurre dentro de nuestra cabeza. Y el mismo sentimiento se acrecienta sin intervención del exterior, que en este caso descripto realmente no hizo nada por acrecentar la entrada y salida de datos. La persona simplemente parece enfrascada en multiplicar su propio sentimiento de tristeza, proyectando eso en su exterior.

Pero pensemos ahora en los casos de retroalimentación de refuerzo que discutimos anteriormente. Eso otro parece tratarse de una idea que rebota entre internet y nuestra cabeza, creciendo en cada pasada. El exterior alimenta la idea y ayuda a aumentar su fuerza.

Por ejemplo la persona escribe un comentario en su perfil de red social, y no recibe respuesta. Publica tres fotografiás, y otra vez sin respuesta. Comparte diez fotos, y consigue solamente una respuesta. La persona encuentra efectivamente una forma de profundizar su sentimiento de soledad, reflejado en interacción prometida y no encontrada.

Para compararlo con el sentimiento de soledad, el bucle de refuerzo se aparece de esta forma:

1- Dato de entrada: Me siento triste, voy a escribirle mensajes a algunos contactos.

2- Dato de salida: Ningún contacto me responde, tal vez necesito actualizar mi foto para que puedan verme.

3- Dato de entrada: Mi foto tuvo solamente dos reacciones, pero tengo cientos de personas que la vieron .

4- Dato de salida: Estoy más triste ¿Porque tengo que hacer todo el trabajo de comunicarme y nadie me escribe mensajes?

5- Dato de entrada: No es necesario seguir enviando mensajes, es evidente que no tengo popularidad.

Por supuesto lo anterior comprime mucho el ejemplo, pero creo que puedo describir lo que intento señalar.

De este modo y siguiendo lo anterior, imaginemos un ciclo de retroalimentación con la red que resulta en envidia. Se puede ilustrar de esta forma:

1- Dato de entrada: La persona siente que no toca la guitarra tan bien como le gustaría.

2- Dato de salida: Ingresa a internet y se encuentra con profesionales que usan la guitarra con mucha más habilidad.

3- Dato de entrada: Se siente todavía peor con su forma de hacer música.

4- Dato de salida: Encuentra que otras personas tienen muchos mejores equipos, hacen recitales y reciben guitarras en pago por publicidad.

5- Dato de entrada: Ahora el sentimiento de envidia es mucho más grande ¿Qué sentido tiene seguir practicando cuándo siempre va a perder en cada comparación?

6- Dato de salida: La persona publica en su perfil que empezó a tomar clases de guitarra.

7- Dato de entrada: la publicación recibe cero comentarios.

8- Dato de salida: la persona llega a la conclusión de que nunca va a tocar la guitarra y es mejor abandonar antes de empezar.

La persona de nuestro ejemplo en cada caso recibe un refuerzo que alimenta su sentimiento de soledad o envidia. Tengo que suponer que todo sentimiento que entra en este ciclo va a verse expandido hasta que notemos el problema o hasta que el sentimiento nos supere.

Buscando una salida del ciclo

Quiero volver brevemente a algunos de los ejemplos anteriores. Hay algunas importantes distinciones para resaltar.

Pensemos por ejemplo en la persona que usa la red para conseguir amistades, y siente que fracasa en su objetivo.

En nuestro ejemplo, la persona tomaba como una traición personal que nadie iniciara conversaciones o que olvidaran su cumpleaños. Es cierto que en este caso esa ocurrencia parece reforzar su sentimiento de soledad. ¿Qué puede ayudar a la persona a superar esto?

La persona siente que su soledad se acrecienta por el desinterés de sus contactos. Por supuesto si se pusiera a pensar realmente en la situación, ninguno de sus contactos en la red están obrando en su contra para perjudicar su situación. Es cierto, puede ser que no le respondan por verdadero desintereses. Pero también puede haber miles de razones, nadie le debe una respuesta. Las otras personas simplemente pueden estar demasiado ocupadas con su propios problemas como para ayudarle directamente.

Se sigue de lo anterior que ninguno de sus contactos tiene alguna obligación para entablar conversación o recordar su cumpleaños. Son solamente parte de una red, con sus propios problemas e interpretaciones. En la mayoría de los casos tenemos que suponer que buena parte de los contactos cultivados en la red no son más que simples conexiones superficiales. El entorno parece acrecentar su soledad, pero en realidad sus expectativas del entorno no están alineadas con lo que el ambiente puede ofrecerle.

En mi opinión ayuda el empezar a recordar que aunque la red favorece ponernos en el centro de la escena en la forma de protagonistas, también hace lo mismo con el resto del público. Puede ser que nos creamos las estrellas de nuestra propia vida, pero eso no significa que tengamos que tratar al mundo como si fueran extras que podemos mover a nuestro alrededor. Considero más saludable pensar que todo el mundo es parte del elenco de reparto en la película de alguien más.

Pero eso no vuelve el sentimiento de soledad menos real, y todo le hace suponer a la persona que la red realmente se le vuelve hostil, llena de promesas sin cumplir.

¿Qué ocurre si la persona consigue salir del ciclo de refuerzo? Bueno, no puedo conocer los resultados. Pero si hacemos un ejercicio de imaginación, podemos suponer que la persona va a tener la oportunidad de dirigir sus esfuerzos a otra parte.

Imaginemos una estrategia de salida que se corresponde con al anterior ejemplo de la envidia al tocar un instrumento. Este escape del bucle puede llegar al darnos cuenta que compararnos con los demás perfiles de la red no tiene sentido. Una comparación centrada en la envidia no aporta nada para nuestro crecimiento personal. Siempre podemos perder, eso no significa que dejemos de intentar. Pero admito que la competencia en un ambiente tan grande puede resultar desmoralizadora. Aun así, es mejor reemplazar la envidia destructiva por un esfuerzo de mejorar y compartir lo que hacemos, sin necesidad de superar en popularidad la vida en la red del resto del mundo.

Considero que estas dos salidas rompen con el ciclo de refuerzo, y nos remueven en gran parte de la esfera de las redes sociales. No todo lo que hacemos necesita mostrarse. Y a veces la red es el lugar menos indicado para buscar una respuesta a nuestro problemas.

Tal vez la creación de estos ciclos ocurren también con otras tecnologías. Pero la red tiene esa cuota justa de interactividad que parece ser exactamente lo que se necesita para darle tierra fértil a algo como lo que trato de describir. Ahora los ciclos son mucho más inmediatos, los datos entran y salen constantemente. Y creo que eso vuelve más aparente la generación de distintos bucles de refuerzo.

En todos esos ejemplos anteriores creo que es bueno intentar dar un paso al costado en las ocasiones que nos damos cuenta que la respuesta del bucle se va intensificando.

Seguramente hay muchas más estrategias para mejorar este tipo de situaciones, y es interesante pensarlas de tanto en tanto.

Con esto doy por terminado el asunto de los ciclos de retroalimentación y el uso compulsivo de la red. Pero a continuación voy a seguir con algo que es de cierta forma similar. Se trata de una especie diferente de ciclos, unos bucles que consiguen por su propio atractivo encerrarnos y mantenernos volviendo una y otra vez a la red.

Bibliografía: Enigma internauta

Enlace al capítulo seis

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